La COP30 pone a la agricultura en el centro de la acción climática

Comunicado. La COP30 marcó un punto de inflexión. Por primera vez en una conferencia climática de esta escala, los sistemas agroalimentarios y la participación directa de comunidades rurales e indígenas ocuparon un lugar central en las negociaciones y en la narrativa global. Este cambio representó un reconocimiento explícito de que la agricultura —y quienes la sostienen día con día— es un actor decisivo para enfrentar el cambio climático. La Declaración de Belém, Brasil, subrayó que la seguridad alimentaria, la gestión del territorio y la resiliencia climática son interdependientes y requieren soluciones que integren conocimiento científico, prácticas sostenibles y prioridades locales.

En este contexto, la COP30, celebrada en la Amazonía brasileña, dejó claro que esta es la década para integrar plenamente a la agricultura y los sistemas alimentarios en la acción climática. Las intervenciones de gobiernos, organizaciones, especialistas y, especialmente, de agricultores y comunidades rurales mostraron un consenso contundente: no hay camino hacia la resiliencia climática sin transformar la forma en que producimos alimentos.

En este escenario renovado, CIMMYT presentó los resultados de su trabajo global y las innovaciones que impulsa junto a socios internacionales, mostrando cómo la ciencia aplicada y la colaboración territorial fortalecen la resiliencia climática desde el campo. La organización participó en sesiones de alto nivel y paneles especializados en el Pabellón de Agricultura y Alimentación CGIAR–FAO, un espacio que reunió a instituciones, organizaciones y actores de diferentes regiones para impulsar soluciones basadas en evidencia. Allí, CIMMYT compartió experiencias ligadas a la adaptación agrícola, la digitalización de servicios de asesoría, el manejo sostenible del nitrógeno y la salud del suelo, enfatizando la importancia de alianzas que nacen del diálogo con territorios y comunidades productoras. Esta presencia se complementó con la participación en el Innovation Showcase de la Fundación Gates, donde la organización presentó innovaciones orientadas a responder a la creciente presión climática sobre los sistemas alimentarios.

La conferencia avanzó hacia compromisos clave para acelerar la acción climática: triplicar el financiamiento para adaptación antes de 2035; lanzar el Acelerador de Implementación Global y la Misión de Belém para sostener la meta de 1.5 °C; fortalecer el Objetivo Global de Adaptación; y avanzar hacia transiciones justas. Estas decisiones incluyeron un mensaje decisivo: antes de 2027, los sistemas alimentarios deberán ser parte explícita de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) —los compromisos que cada país presenta en el marco del Acuerdo de París para reducir emisiones y aumentar su resiliencia.

En este marco, CIMMYT destacó su trabajo junto a comunidades rurales mediante enfoques liderados localmente y plataformas de innovación centradas en el agricultor. Herramientas como Agrotutor, los sistemas comunitarios de datos colaborativos y la analítica agroclimática permiten transformar información técnica en decisiones prácticas para enfrentar variaciones climáticas cada vez más severas. Estas soluciones muestran cómo la ciencia puede ponerse al servicio de quienes producen alimentos, fortaleciendo la capacidad de adaptación en territorios vulnerables.

 


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