Las berries también conocidas como bayas, frutillas o frutos del bosque, son un grupo de frutas dentro del cual encontramos a las fresas, zarzamoras, frambuesas, arándanos y moras, entre otras. En general, son frutos pequeños, jugosos y de colores llamativos. Dentro de sus principales propiedades está su capacidad antioxidante, lo que las coloca dentro de la clasificación de alimentos funcionales.
Estas propiedades han tenido un impacto favorable en su demanda, por lo que su producción en los últimos años ha ido en constante crecimiento, volviéndose uno de los productos agrícolas con una alta rentabilidad. De acuerdo con un artículo publicado por el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), se estima que el valor de exportación únicamente de arándanos para los siete principales países productores será de 3,000 millones en 2025 (estimado con un crecimiento del 5%).
Dentro de los principales productores de berries se encuentran países de América como México, Chile, Perú, Estados Unidos y Canadá. Estos frutos del bosque tienen un alto índice de exportación hacía países europeos. Su exportación puede realizarse en fresco o congeladas para aumentar su vida de anaquel.
Sin embargo, en el otro lado de la moneda, tenemos que las berries pueden llevar consigo ciertos virus patógenos como son el norovirus y el virus de la hepatitis A. Ambos se encuentran dentro de la lista de patógenos causantes de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA’s).
Los virus son partículas microscópicas capaces de ocasionar enfermedades, son parásitos intracelulares que requieren de un hospedador para poder reproducirse.
Los norovirus son considerados los principales causantes de ETA’s, son muy contagiosos y se transmiten por ruta fecal-oral. En otras palabras, podemos contagiarnos por contacto directo con una persona infectada, a través de alimentos o agua contaminada o por el contacto de una superficie contaminada para posteriormente llevarnos las manos a la boca sin haberlas lavado antes. Debido a que se propagan con rapidez, sus brotes son comunes.
Los norovirus ocasionan uno de cada cinco casos de gastroenteritis aguda y generan un cuadro de síntomas de diarrea, náusea, vómitos y dolor de estómago. Aunque también puede presentar otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza y corporal. Los síntomas aparecen entre las 12 y 48 horas posteriores a la exposición con el virus y la mayoría de las personas presentan mejoría entre uno y tres días.
Se estima que estos virus ocasionan 685 millones de casos de enfermedad cada año, de los cuales 200 millones son niños menores de cinco años y donde lamentablemente alrededor de 50 mil llegan a perder la vida. Sus costos por atención médica e incapacidad laboral se estiman en 60 mil millones de dólares anuales de manera mundial.
Por otro lado, el virus de la hepatitis A ocasiona una inflamación en el hígado llamada hepatitis, en la mayoría de los casos se cura completamente. Su síntoma característico es la aparición de color amarillo en los ojos y/o piel, el cual suele venir acompañado de falta de apetito, fiebre, malestar estomacal, vómitos, diarrea, orina oscura o heces de color claro, dolor articular y sensación de cansancio. En casos raros, principalmente en pacientes inmunosuprimidos, adultos mayores o pacientes con antecedentes de enfermedades hepáticas crónicas, puede llegar a ocasionar una enfermedad crónica en el hígado causando insuficiencia hepática e incluso la muerte.
Este virus también es muy contagioso y se propaga por la vía fecal-oral siguiendo las rutas que se describieron para norovirus. El virus de la hepatitis A estuvo involucrado en un brote en 2022 reportado por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos) donde se ubicó a fresas frescas como las causantes.
Debido a que estos dos virus han sido causantes de brotes en berries, la FDA está desarrollando una estrategia de prevención de la inocuidad alimentaria para las berries frescas y congeladas.
La presencia de virus compromete la inocuidad de las berries, por lo que es importante disminuir el riesgo de contaminación. Para ello, se recomienda seguir las buenas prácticas agrícolas (BPA) y las buenas prácticas de manufactura (BPM); ambas contienen un conjunto de recomendaciones y principios a seguir para el correcto manejo en la manipulación e higiene de productos agrícolas.
Además, es recomendable manejar un protocolo de monitoreo y control durante todo el proceso de producción de berries, que permita identificar los puntos críticos de contaminación durante el proceso, buscando reducirlos en lo posible de manera preventiva, ya que las berries son productos muy sensibles que pueden verse afectados si se realizan actividades extras para asegurar su inocuidad.
Por lo anterior, es importante que la comunicación industria-academia se mantenga constante para permitir desarrollar protocolos adecuados que puedan usarse en la producción de berries. Éstos con el objetivo principal de mantener y mejorar la calidad e inocuidad del producto, debido a que como se mencionó anteriormente, la derrama económica por la producción de berries es alta y se espera siga creciendo en los próximos años ayudando a fortalecer las economías de países productores.
Dentro de las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades para prevenir infecciones en casa por estos virus, se encuentran las buenas prácticas de higiene.
- Lavarse bien las manos con agua y jabón.
- Antes de comer, preparar o manipular alimentos.
- Después de ir al baño o cambiar pañales.
- Antes de tomar medicamentos o dárselos a otra persona.
- Lavar cuidadosamente frutas y verduras, sobre todo aquellas que se comerán crudas.
- Cocinar adecuadamente los alimentos.
- No preparar alimentos para otras personas si se encuentra enfermo.
- No cuidar a otras personas si se encuentra enfermo.
- Limpiar y desinfectar las superficies con regularidad.
En conclusión, la industria de berries se mantiene en constante crecimiento, por lo que es importante que tenga un alto estándar en sus productos. Siendo la inocuidad de estas frutas un aspecto importante a cuidar, debido a que son frutos delicados que pueden verse afectados si se usan métodos para mantenerlos inocuos posterior a su cosecha.
Por lo anterior, es mas fácil mediante BPA, BPM y un programa de control y monitoreo, ir disminuyendo los riesgos de contaminación de las berries de manera preventiva. Para evitar su contaminación por virus patógenos capaces de ocasionar enfermedades como norovirus y virus de la hepatitis A. Finalmente, podemos disminuir nuestro riesgo en casa, manteniendo sencillas reglas de higiene en la preparación de alimentos.
Por: Constanza Fernández