La fiebre negra llega a México

¿Cúales son las lecciones que se han aprendido a tres años de la implementación en Chile, de “discos pare” de advertencia en las etiquetas y gráficas de envases de alimentos y bebidas “Altos en” ?

Por: María Loreto Valdés
Miembro IPPO, International Packaging Press Organization, Chile.

 

México será el cuarto país en implementar la estricta medida a favor de la reducción de la obesidad, luego de que Chile lanzara la Ley de Etiquetado de Alimentos (Ley 20.606 sobre Composición Nutricional de los Alimentos y su Publicidad), en 2016, considerada una de las más severas a nivel mundial – en búsqueda de informar al consumidor para ayudar a reducir los altos índices de obesidad.

El punto de partida, dejaba en claro que poco caso hacemos a las tablas nutricionales en los empaques, y que muchos de nuestros “alimentos” por otra parte, están cargados de altos índices de grasas saturadas, azúcares, sodio y calorías. Fue necesario implementar una ley para alertarnos de ello, así como hacer partícipe a la industria de alimentos, para que hiciera su parte en reducir componentes dañinos para la salud de la población.

Y es que un estudio publicado en octubre 2019 por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) muestra que “el 74% de la población adulta en Chile sufre sobrepeso u obesidad, lo que sitúa lo como el país OCDE con la más alta tasa de obesidad y sobrepeso, por sobre México (72,5%) y Estados Unidos (71%)”. Y esta cifra no menciona a los niños, grandes consumidores de productos “altos en” y por ende, “target” de un importante mercado de alimentos envasados que han debido adoptar medidas que afectan desde su imagen corporativa hasta la composición de los ingredientes de sus sabrosos y atractivos productos altos en calorías, azúcares, grasas saturadas y/o sodio, los principales llamados de los discos de alerta negros y octogonales, que invaden hoy gran parte de las góndolas en puntos de venta 

McDonald´s por ejemplo, tuvo que reformular su “Cajita feliz”, reduciendo la cantidad de sodio y azúcar hasta cumplir las exigencias de la tercera etapa de la Ley de Etiquetados, que entró en vigencia en junio 2019 (en Chile). También está integrando ingredientes naturales y menús más balanceados. Adicionalmente, como la ley prohibe realizar promociones que entreguen juguetes, las empresas que incluían obsequios atractivos a niños, tuvieron que eliminar la entrega de las sorpresas publicitarias que atraían el consumo de esta cajita, las que usualmente eran coleccionables (y por lo tanto de consumo reiterado).

Otro cambio que impactó especialmente a los productos estrella de consumo infantil, fue la eliminación de las gráficas publicitarias de licencias de monos animados u otras - aunque fueran parte de la imagen corporativa, impresos en sus empaques, o en relieves en los envases metálicos, como en el caso de las figuras de M&M´s que aún hoy se venden en los duty free de Santiago cubiertos por un enorme autoadheviso que sólo muestra las letras de la compañía. Junto a Nestlé y Kellog´s, estas compañías enfrentaron el primer año de entrada en vigencia de la ley, problemas legales por incumplir la Ley de Etiquetado de Alimentos, “al mantener publicidad dirigida a menores de 14 años en productos que contienen nutrientes críticos y que presentan los sellos ‘Altos en’ argumentando el derecho a uso de la marca, por sobre la normativa vigente”. Al respecto, “El ejercicio de los derechos de propiedad industrial y marcas no contradice al cumplimiento de la normativa de salud”, explicó el director Nacional del Sernac, (Servicio Nacional del Consumidor, Chile) en informe del 2016.

Además, la legislación prohíbe la venta de alimentos poco saludables en escuelas, y ataca la publicidad de los productos que contengan algún sello, prohibiendo sus anuncios en programas (de televisión y otros) para niños y obligando a las empresas a retirar de sus envases cualquier gancho que pueda atraer su atención, como caricaturas o calcomanías (pegatinas).

Para la industria alimentaria afectada, la Ley significó la aplicación de los símbolos en las caras frontales (a la vista en el punto de venta) de los empaques. Inicialmente esto se enfrentó con el uso de sellos autoadhesivos sobre los empaques existentes; hoy, la mayoría ya ha modificado el diseño gráfico para incluirlos en la impresión directa de los empaques, eliminando los autoadhesivos, (que además, interferían con la separación de materiales). Los productos importados deben incluir, asimismo, esta rotulación. En ambos casos, los tamaños de los sellos están regulados, lo que ha significado modificar la proporción y colores de otros elementos para destacar los octógonos, todo ello con importantes inversiones en el rediseño e impresión de los empaques primarios.

Aplicación de sellos en galletas Nabisco
importadas del Perú, fabricadas por Mondelez.

Por otra parte, ha sido interesante el desarrollo de formulaciones para reterner sabores y otras propiedades organolépticas de los alimentos modificando ingredientes y preparaciones con el fin de conseguir reducir las alertas. Algunas empresas se anticiparon a la ley con el objetivo de mantener su reputación de “alimento sano” y evitar ser señalada por sellos negros, atentos al impacto que las alertas puedan tener en un público más informado y conciente de su salud. Casi el 95% de los productos que necesitaban sello implementaron la etiqueta durante las primeras fases (2016/2018, informe INTA), lo que muestra la decisión de la industria alimentaria en acatar la regulación.

La mayoría ha invertido en estos tres años “mejorando la composición nutricional de algunas categorías de alimentos, bajando principalmente el contenido de azúcares y sodio, “ señala un informe reciente del INTA - Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, Universidad de Chile. El mismo indica que “los contenidos de nutrientes críticos bajaron entre 15% y 20% en ciertas categorías de productos tales como bebestibles y cereales de desayuno en azúcares y calorías, horneados dulces en azúcares y grasas, lácteos y untables dulces en azúcares; en tanto, las cecinas han disminuido sodio y energía, los quesos y untables salados también han bajado sodio, y los snacks salados en grasas”.

Producto elaborado en Alemania cuya intervención de los sellos
ocupa un porcentaje importante de la cara frontal.

 
Resultado de esta disminución en el contenido de nutrientes críticos en ciertas categorías de alimentos, … un porcentaje de alimentos evitaron el sello. Por ejemplo, en los bebestibles, un 60% de los productos que alcanzaban el índice de ‘Alto en azúcares’, por su composición antes de la implementación de la ley, evitó el uso de sellos debido a que disminuyeron dicho contenido, según el informe. Varias desarrollaron versiones light y sin azúcar, demostrando que la investigación en el sector alimentario ha realizado desarrollos que favorecen la alimentación, impulsados por dicha ley.

 

“La ley determina que para 2019 se debe disminuir los
nutrientes críticos por cada 100 gramos o 100 ml;

es decir, en el caso de los alimentos sólidos:
la energía baja de 300 a 275 kcal, el sodio de 500 a
400 mg, los azúcares totales de 15 a 10 g y las grasas
saturadas de 5 a 4 g por cada 100 gramos de alimento.
Estas modificaciones proyectan que, de acuerdo al
contenido de nutrientes evaluado en 2017, alrededor
de 60% de la oferta de productos envasados
corresponderá a alimentos con sello”. INTA.
 

Si bien hoy se reconoce que la puesta en vigencia de los sellos negros octagonales nos ha alertado sobre la importancia de leer el etiquetado nutricional, - o de comer más sano - ¿ lo entendemos realmente, ha tenido impacto en reducir la obesidad?

Productos de marca propia de un
supermercado que incluyen sellos

De acuerdo al informe del INTA, sus investigaciones “demuestran que esta iniciativa tiene el potencial de mejorar la comprensión nutricional de la población y de modificar las conductas de compra en algunas categorías de alimentos…” Por ejemplo, análisis en base a mediciones de compras en los hogares, “muestran que en el caso de las bebidas y jugos azucarados, las compras de productos ‘altos en’ caen un 25%, las de cereales de desayuno 36% y las de postres envasados 17% “ y que las personas declaran comprar alimentos con menos sellos.

Aunque el impacto de los sellos indican al consumidor común y corriente: pare, infórmese y decida qué va a consumir, la comprensión detallada de la información nutricional en las tablas aún están siendo cuestionada en cuanto a su facilidad de comprensión, ya que se basa en cada 100 gramos y en una (1) porción del alimentos en el envase. Por ejemplo, en una bolsa de papas fritas de una marca, de peso neto 250 gramos, se declara que contiene 10 porciones por envase, lo que equivale a 13 hojuelas por porción (es decir 25 gramos), de hojuelas grandes o chicas.

Sellos aún sobrepuestos con etiquetas autoadhesivas en producto importado

 

Hay que entender además, lo que implican las kcal, mg y gramos que miden la energía, proteínas, grasa total y sus tipos, los hidratos de carbono disponibles y las azúcares totales, además del sodio, y su impacto en nuestra salud.

Puede ser mucha matemática y conocimiento nutricional al momento de sucumbir ante la irresistible tentación...

Cifras de la JUNAEB, Junta Nacional de Escolaridad y Becas
de Chile, señalan que un 23% de los alumnos de educación
básica chilenos presentan obesidad. Sumando aquellos que
tienen sobrepeso, se alcanza una alarmante cifra de 51.7%,
situando a Chile entre los primeros del ranking de obesidad
infantil en la región.