Agencias. La FAO y la OCDE emitieron su informe anual sobre la previsión en la evolución de la producción, el comercio y el consumo de carne de 2025 a 2024. La primera de las conclusiones apunta a que la demanda mundial de carne va a crecer en 47.9 millones de tonleadas en la próxima década. El consumo per cápita crecerá en 0.9 kg/persona.
La mejora del peso al sacrificio representará el 8%, el 27 y 19% del aumento en la producción de carne de bovino, porcino y avícola. Con estas mejoras de productividad y una mayor participación de las aves en la producción de carne, se espera que las emisiones de gases de efecto invernadero aumenten un 6%, significativamente menos que el crecimiento proyectado del 13% en la producción de carne durante la próxima década.
Se espera que la participación cada vez menor de China en las importaciones de carne modifique los patrones del comercio mundial. Para 2034, se prevé que la participación de China en las importaciones mundiales de carne disminuya del 20% en el periodo base al 16%. La menor dependencia de las importaciones de carne de cerdo ha provocado una reducción de la producción porcina en los principales exportadores. Una tendencia a la baja similar se observa en las importaciones de aves de corral de China. Las importaciones mundiales de carne crecerán tan solo un 10% en comparación con el 37% de la década anterior, con un riesgo considerable de caída si los países reducen las medidas comerciales.
Previsiones en la evolución de la producción
Se proyecta que la producción mundial de carne aumentará un 13% hasta alcanzar un estimado de 406 millones de toneladas de carne para 2034. Más de la mitad (55%) del crecimiento de la producción de carne se producirá en Asia, liderado por un aumento de 15 millones de toneladas en la producción avícola. La recuperación de China tras la PPA representará casi el 10% del aumento de la producción mundial de carne, seguida de importantes contribuciones de India (8%), Estados Unidos (8%) y Vietnam (7%). Se espera que América Latina aumente de forma constante su participación en la producción, gracias a sus ventajas competitivas
La producción avícola ampliará su dominio dentro del sector cárnico, representando el 62% de la carne adicional producida en la próxima década. Impulsada por la demanda interna, la producción avícola se expandirá con mayor rapidez en los países de ingresos medios-altos. La producción avícola presenta ventajas sobre otras carnes en términos de ciclos de producción cortos, alta eficiencia de conversión alimenticia (lo que permite obtener más carne por unidad de alimento), menores costos generales de producción y la posibilidad de criarse cerca de mercados en rápida urbanización.
Sin embargo, varios factores limitarán el crecimiento del sector. En particular, la incidencia de brotes de influenza aviar se ha extendido. Una mayor densidad de producción avícola aumenta el riesgo de brotes de enfermedades y, si bien una mejor vigilancia y contención puede limitar los impactos, también incrementa los costos de la industria (por ejemplo, inversiones en bioseguridad y campañas de vacunación). La producción avícola también enfrenta desafíos ambientales y sanitarios, en particular en lo que respecta al uso de antibióticos y las preocupaciones sobre el bienestar animal.
La producción de carne de vacuno aumentará a mediano plazo gracias al mayor peso de las canales, una mayor comercialización, mejoras genéticas y una mejor gestión del rebaño. La producción mundial alcanzará las 84 millones de toneladas de carne de vacuno para 2034. El principal contribuyente a este crecimiento en la oferta mundial de carne de vacuno es China para el consumo interno, seguida de India, donde las inversiones en infraestructura de procesamiento de carne, incluyendo plantas integradas de procesamiento orientadas a la exportación, están ampliando su capacidad.
En cuanto al ovino, se prevé que la producción mundial de ovino alcance los 19 millones de toneladas para 2023, lo que representa un aumento del 15% con respecto al período base. Este crecimiento se deberá a la reconstitución de los rebaños y a una mayor tasa de partos como respuesta a los precios favorables. Se prevé que la producción en la Unión Europea disminuya a pesar de las ayudas a la renta vinculadas a la producción y los precios al productor favorables en los principales Estados miembros productores de este tipo de carne.
La carne de cerdo será el tercer mayor contribuyente al crecimiento total del consumo de carne y se prevé que alcance las 130 millones de toneladas. Sin embargo, se proyecta que el consumo mundial de carne de cerdo per cápita disminuya un 4%, debido al crecimiento nulo del consumo per cápita en las regiones de altos ingresos, junto con un rápido aumento de la población en regiones donde la carne de cerdo no se consume habitualmente. En la región latinoamericana, se proyecta que el consumo per cápita aumentará más, en 1.3 kg/año, debido a los favorables precios relativos de la carne de cerdo y la carne de vacuno. En otras regiones, se prevé que el consumo per cápita crezca menos o incluso disminuya ligeramente, como en Asia, América del Norte y la Unión Europea.