Se estima que el consumo global de carne de cerdo crecerá 11% hacia 2032: FAO

Comunicado. A nivel mundial, la carne de cerdo es la segunda fuente de proteína animal más consumida, con una proyección de crecimiento del 11% para 2032. En México, la producción representó 1.7 millones de toneladas en 2024, consolidándose como un pilar en la industria alimentaria.

En este contexto, en el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, que se conmemora el 07 de junio, MSD Salud Animal en México reafirma su compromiso con la producción de carne de cerdo segura, nutritiva y de alta calidad.

Raúl García, gerente Técnico de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal en México, comentó que la inocuidad alimentaria no comienza en la mesa, sino en la granja. “Nuestro compromiso es trabajar de la mano con los porcicultores para implementar soluciones que protejan la salud de los animales y que también contribuyan a la calidad e inocuidad de los productos finales”.

En esta primera etapa del proceso productivo, garantizar la salud de los animales es clave para la inocuidad alimentaria. Para ello, actualmente existen tecnologías avanzadas de manejo y vacunación intradérmica y sin aguja, que facilitan la inmunización de los cerdos para reducir el riesgo de infecciones y mejorar el control sanitario. Estos sistemas aseguran que cada animal reciba la dosis correcta de vacuna, minimizando la probabilidad de infecciones cruzadas y contribuyendo a un entorno más seguro tanto para los animales como para los operarios. Este sistema también es fundamental para el bienestar animal, al reducir el estrés en los cerdos.

Además de las vacunas, existen otros programas preventivos para enfermedades digestivas y respiratorias que son esenciales para reducir la carga bacteriana, garantizar un producto final seguro y mantener la calidad del sistema alimentario. Estas iniciativas incluyen el monitoreo constante de parámetros sanitarios, la implementación de auditorías de inocuidad y el uso de productos veterinarios diseñados específicamente para reducir la carga bacteriana en granjas.

Así, una vez que la carne de cerdo llega al consumidor, mantener la inocuidad depende de prácticas adecuadas de conservación y preparación para prevenir enfermedades. Con la llegada del verano y el aumento de temperaturas, es común escuchar ciertos mitos sobre el consumo de carne de cerdo, aunque la realidad es que es una fuente proteica de alta calidad que debe almacenarse a temperaturas adecuadas y cocinarse completamente para garantizar su seguridad. Optar por cortes frescos y almacenarlos a temperaturas inferiores a 4°C ayuda a prevenir el desarrollo de bacterias patógenas como Salmonella o Escherichia coli.

“La correcta conservación y cocción son esenciales para asegurar un consumo seguro en cualquier época del año”, destacó García.

 

 

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