Comunicado. “En Oterra buscamos constantemente nuevas soluciones de coloración natural. Nuestra asociación con VAXA Technologies es un excelente ejemplo de nuestro compromiso con la innovación y la sostenibilidad”, afirma Luc Ganivet, director de Innovación de Oterra.
La producción de VAXA en Islandia se encuentra en un punto intermedio entre Europa y Estados Unidos, cerca de los mercados que más espirulina utilizan en alimentos y bebidas, y donde Oterra tiene sus principales plantas de fabricación, para ofrecer una seguridad de suministro inmejorable en comparación con otras fuentes.
“Al asociarnos con esta empresa emergente de alta tecnología, podemos producir colorantes naturales a base de espirulina utilizando un proceso de cultivo de última generación y neutral en carbono, mucho más cercano a Europa y Estados Unidos que la mayoría de los proveedores existentes”, añade Ganivet.
La instalación de producción de alta tecnología está situada junto a una planta de energía geotérmica que proporciona energía 100% limpia, calor residual y dióxido de carbono a los biorreactores de VAXA, donde se cultiva la espirulina las 24 horas del día.
La pérdida de agua es mínima en el sistema cerrado, que ocupa una superficie considerablemente menor que la de los sistemas tradicionales de estanques abiertos. El proceso de cultivo neutro en carbono utiliza sólo el 1% del agua y la tierra en comparación con los sistemas tradicionales de estanques abiertos.
El procesamiento, el envasado y el transporte agregan algunas emisiones de dióxido de carbono a la ecuación, pero el análisis inicial de Oterra sugiere que todavía tiene hasta 40 veces menos emisiones de carbono que el producto de espirulina convencional de la empresa.
Con su perfil de sostenibilidad único, Arctic Blue puede ayudar a los clientes de Oterra a alcanzar los objetivos de Alcance 3 al reducir las emisiones de su cadena de valor. Las algas espirulina utilizadas en el sistema son las mismas que en los sistemas de estanques abiertos, pero el proceso de producción también resuelve algunos problemas tradicionales de la espirulina cultivada de forma convencional, manteniendo sus beneficios.
“Arctic Blue tiene un olor neutro, al contrario de las algas cultivadas en estanques abiertos. También es más fácil de mezclar y se disuelve más rápido, lo que lo hace más fácil de manipular. Sin embargo, mantiene las características comunes de la espirulina, como el mismo tono azul vibrante y una alta intensidad de color, mientras que la legislación y el etiquetado no han cambiado”, afirmó Lotte Jeppesen, directora de marketing industrial de Oterra.
Según Innova, el uso de espirulina como colorante en el desarrollo de nuevos productos alimenticios y bebidas está ganando popularidad. Y el crecimiento en el uso de espirulina en el desarrollo de nuevos productos supera al del colorante artificial azul brillante/azul FD&C 1. El uso más común es en confitería (48.4%), seguido de panadería (15.9%), postres y helados (11.6%).
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