El Financiero. Los productos que una tienda minorista o un supermercado venden bajo su propia marca se convirtieron en una de las principales opciones para los consumidores mexicanos, debido a que muchos hogares se vieron obligados a economizar por la contingencia sanitaria del Covid-19.
Yanira Reyes, analista de mercados de Nielsen, señaló que la pérdida de empleos y la caída del PIB impactaron de diversas formas al consumo, por lo que los compradores tuvieron que redistribuir sus gastos.
Reyes explicó: “Desde 2020 observamos como la demanda de productos con marca propia como la sal, atún, papel de baño, cereales, azúcar, entre otros, mostraron crecimientos históricos y es entendible, ya que suelen ser entre 30 y 40 por ciento más baratos que las versiones con marca”.
De esta forma, los productos de marcas propias crecieron el doble durante 2020. Resaltó que hace siete años los consumidores pensaban que al comprar este tipo de productos se sacrificaba calidad por precio, aunque a partir de la pandemia la percepción cambió, ya que las marcas propias ofrecen una variedad de portafolios que hasta incluyen productos ‘gourmet’.
Además, también se presentó otro cambio en los patrones de consumo, ya que se observó una migración hacia productos básicos (evitando los premium).