Comunicado. En México, en 2020, la producción de carne de pollo evidenció una desaceleración de su crecimiento; sin embargo, en medio del contexto de la pandemia del Covid-19, la producción y el consumo de pollo, por su parte, mostraron cifras positivas al compararlas con las de 2019.
En el año anterior. la producción de pollo alcanzó 3.6 millones de toneladas, cifra 2.9% superior a la obtenida el año anterior. Además, este producto ha sido el único dentro del sector cárnico mexicano en mostrar un aumento de la demanda con un 1.6% en el periodo analizado.
El Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE) realizó un análisis industria cárnica del país, donde evaluó su comportamiento en dos balances distintos, por una parte, se enfocó en el consumo y la producción, y por otro lado en el comercio exterior, considerando las importaciones y exportaciones.
Para el primer tópico, informó que el consumo de carne resintió ligeramente la pérdida de poder adquisitivo de las familias dado que tuvo una caída de -0.02% en relación con el año anterior. Donde, de los 8.8 millones de toneladas que demandó México, la planta productiva nacional logró suministrar el 83%, cifra dos puntos porcentuales mayor que en 2019, siendo la participación más alta registrada en los últimos 10 años.
En cuanto a la producción, indicó que tanto la producción de carne de pollo como de cerdo mostraron una desaceleración en su crecimiento, debido a que sus tasas fueron inferiores si se comparan con años previos. Sin embargo, se explica que los tres subsectores finalizaron el año con crecimiento: la producción de la carne de pollo fue de 3.6 millones de toneladas, cifra que evidencia un aumento de 2.9% con respecto de 2019; la producción de carne porcina fue de 1.6 millones de toneladas, logrando una tasa de crecimiento de 3.1% en relación al año previo; y la producción de carne de bovina se situó en dos millones de toneladas, cantidad 2.6% mayor que la obtenida en 2019.
