EFE. Diversos analistas indicaron que la agricultura mundial se ha revalorizado en el último año, marcado por la pandemia, si bien el riesgo de inseguridad alimentaria ha crecido en los países pobres.
Los precios internacionales de alimentos básicos aumentaron el pasado mes de febrero por noveno mes consecutivo, hasta alcanzar su nivel más alto desde julio de 2014, con base en datos de la FAO.
La escasez de oferta, la fuerte demanda y el debilitamiento del dólar están detrás del aumento del precio de algunos alimentos básicos, indicaron las fuentes, que matizan que la subida de los granos es mucho menor que la experimentada en otros momentos de auge como en 2007-2008 o 2010-2011.
Los expertos afirman que los precios más altos inquietan sobre todo a los países importadores de alimentos, pero por lo general los mercados globales están mejor abastecidos ahora, con inventarios como cuota de consumo cercanos al 30%, frente al 20 % de hace una década.
Durante el último año, los confinamientos y sucesivas limitaciones afectaron a las cadenas de suministro en países de ingresos altos y bajos de forma temporal. Sin embargo, el Banco Mundial destaca que los canales comerciales globales permanecieron abiertos, los alimentos siguieron fluyendo como productos básicos y sus precios se mantuvieron resilientes.
La mayoría de los sectores agrícolas ha soportado la crisis y sólo algunos han tenido dificultades como el té, por las restricciones de movilidad que impedían a los trabajadores recogerlo, o las flores, por el colapso de la demanda mundial.
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