Uso de la actividad eléctrica de los hongos en la computación

Universitat Oberta de Catalunya. Afirmar que los hongos son los organismos vivos más inteligentes del mundo parece una exageración; sin embargo, un estudio reciente realizado por Andrew Adamatzky, del Laboratorio de Computación No Convencional de la University of the West of England Bristol (UWE de Bristol) e investigador principal del proyecto FUNGAR, y por Mohammad Mahdi Dehshibi, del grupo SUNAI (Scene Understanding and Artificial Intelligence Lab) de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, coincide con esta idea. Sus implicaciones son muchas y de aplicación práctica a medio y largo plazo.

El micelio de un hongo como el Pleurotus djamor, también conocido como seta rosa, puede resolver un increíble rango de problemas de geometría computacional, según explican los investigadores en un artículo anterior sobre materiales fúngicos. “Al cambiar las condiciones ambientales, podemos reprogramar una geometría y una estructura teórica de los gráficos de las redes de micelio y luego usar la actividad eléctrica de los hongos para crear circuitos de computación”, constata el investigador.

Actualmente hay dos grandes retos a los que enfrentarse [para usar los hongos como ordenadores]”, explican los investigadores. “El primero es implementar un propósito de computación que sea coherente y el segundo es caracterizar las propiedades de los sustratos fúngicos para descubrir su verdadero potencial computacional”. Estos dos pasos son indispensables para confeccionar unidades funcionales de computación.

 

 

Hoy también publicamos las siguientes notas y más...

PepsiCo mejorará el perfil nutricional de su gama de snacks y bebidas en Europa

Presidente de México analiza abrir importación de maíz para controlar precio de la tortilla

 


Noticias