Mural. “No compres galletas hechas en Monterrey, Salinas”, es un exhorto de un reciclado boicot en Estados Unidos contra las galletas de Mondelez International que son producidas en su planta de Salinas Victoria, Nuevo León, en México.
Trabajadores de Nabisco, filial de Mondelez en Estados Unidos, se encuentran en huelga y están relanzando el boicot que iniciaron en 2016, luego del cierre de plantas que la empresa hizo para mudar operaciones a la entidad mexicana.
Los trabajadores forman parte del "Nabisco worker union", que a su vez pertenece al Sindicato Internacional de Trabajadores de Panadería, Confitería, Tabaco y Molineros de Granos (BCTGM, por sus siglas en inglés), y que ya recibió el apoyo del sindicato más grande de Estados Unidos, la AFL-CIO.
El argumento de los empleados de tres plantas ubicadas en Oregon, Virginia y Colorado, que se fueron a huelga en esta última semana, es que lo hicieron por las condiciones de renegociación en los contratos sindicales que Nabisco está llevando a cabo en Estados Unidos y porque siguen las contrataciones en México.
"En los tres lugares, nuestros miembros valientes están hablando con una voz clara y fuerte", dijo en una carta Anthony Shelton, presidente del BCTGM.
Mondelez, dueña de la marca de galletas Oreo, Chips Ahoy y Ritz, ha nombrado al de Salinas Victoria, "su horno de galletas más grande del mundo", el cual está ubicado dentro del Interpuerto Monterrey, donde no ha dejado de incrementar su operación.
Con las huelgas vino también el relanzamiento de la campaña “Boicot a los productos de Nabisco, hechos en México”, en donde describen incluso cómo identificar en los empaques de las galletas, aquellas que son elaboradas en plantas estadounidenses, y las que no deben comprar, las “Made in Mexico”, o las que dentro de su código de identificación lleven integradas las letras "MM", que significa Monterrey, México, o "MS", que son de Salinas, México.
Hoy también publicamos las siguientes notas y más...
Alicorp acuerda venta de subsidiaria de Brasil a Camil Alimentos
Postobón planea reducir en 30% sus emisiones de gases de efecto invernadero