EFSA. Como parte de la estrategia de la granja a la mesa, la Comisión Europea pidió a la European Food Safety Authority (EFSA), a principios de 2021, que proporcionara asesoramiento científico sobre los nutrientes y componentes alimentarios no nutritivos de importancia para la salud pública para los europeos, los grupos de alimentos con funciones importantes en las dietas europeas y los criterios científicos para orientar la elección de nutrientes para la elaboración de perfiles de nutrientes. La Comisión tiene la intención de proponer una nueva legislación a finales de 2022.
Al respecto, Valeriu Curtui, directora de nutrición de la EFSA, dijo: “Estamos llevando a cabo una consulta pública para recopilar aportes científicos de otros expertos, socios institucionales y partes interesadas sobre nuestro borrador de opinión científica. Nos gustaría recordarles a todos los interesados en este tema que nuestro consejo científico tiene como objetivo informar el modelado de perfiles de nutrientes para el etiquetado nutricional en el frente del envase y para restringir las declaraciones de propiedades en los alimentos. Sin embargo, este borrador de opinión no está evaluando ni proponiendo un modelo de perfil de nutrientes en particular para el etiquetado nutricional en la parte delantera del envase”.
Por su parte. Alfonso Siani, preside el grupo de trabajo de expertos de la EFSA que ayudó a redactar la opinión científica, refirió: “Nuestro borrador de opinión brinda asesoramiento a los responsables de la formulación de políticas sobre qué nutrientes y componentes no nutritivos de los alimentos considerar para su inclusión en los modelos de perfiles de nutrientes cuando las ingestas excesivas o inadecuadas están asociadas con riesgos de enfermedades a largo plazo”.
Y agregó: “Aunque la elección de nutrientes y no nutrientes en un modelo de perfil de nutrientes debe estar impulsada principalmente por su importancia para la salud pública, también pueden incluirse por otras razones, como para priorizar algunos alimentos incluso cuando la ciencia es no está 100% clara que sea necesario un aumento en su consumo por razones de salud pública. Por ejemplo, los gestores de riesgos pueden decidir incluir algunos omega-3 en los modelos de perfiles de nutrientes para fomentar el consumo de pescado graso de acuerdo con sus recomendaciones dietéticas, aunque los datos sobre la ingesta de estos ácidos grasos son insuficientes para concluir si se consumen en cantidades inadecuadas o no”.
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