Prensa Libres. La eliminación de aranceles a las importaciones de arroz originario de Estados Unidos provocaría la desaparición de la producción del grano en Guatemala, lo que causaría pérdidas de empleo, más migración de la población y pobreza en los lugares de cultivo. Además, se pondría en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria del país, expusieron miembros del sector.

Sin embargo, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) considera que ese extremo no ocurrirá y esperan fortalecer las capacidades de los agricultores para garantizar el abastecimiento.

Desde el establecimiento del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (conocido como DR-CAFTA) se negociaron plazos de desgravación para diversos productos y el del arroz granza y pilado, fue uno de los más amplios, pues fijaba cuotas de importación durante 17 años.

A partir del año 18, es decir, desde el 2023, ya no habrá cuota ni arancel para esos productos; es decir, serán de libre mercado, detalló el departamento de Comunicación Social del Maga. Es por esa razón que los productores se encuentran alarmados y aseguraron que la desgravación total permitirá la importación de arroz con cáscara y arroz procesado sin arancel y sin la obligatoriedad de comprar la cosecha nacional, lo que hasta ahora ha mantenido fortalecida la producción agrícola nacional.

“La cosecha local tiene un costo mayor al arroz importado, porque el de Estados Unidos está subvencionado. Por eso, las oportunidades para que compren la cosecha nacional es escasa o nula y los productores de arroz no podremos vender nuestro producto. Como consecuencia, desaparecerá la producción guatemalteca”, advirtieron integrantes de la Asociación Guatemalteca del Arroz (Arrozgua), la Asociación de Productores de Arroz de Guatemala (Apagua) y la Gremial de Molineros de Arroz de Guatemala (Gremarroz).

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Heineken genera beneficio neto de más de 3,000 mde hasta septiembre

National Restaurant Association. Reforzado por la flexibilización de las restricciones de capacidad, el aumento de las cifras de vacunación y la reapertura de los patios al aire libre, el gasto de los consumidores en los restaurantes en Estados Unidos mostró una tendencia constante al alza durante los meses de primavera y verano.

Sin embargo, la trayectoria de ventas positiva no fue sostenible, con base en la mayoría de los operadores de restaurantes. Casi seis de cada 10 operadores dijeron que las condiciones comerciales fueron peores en septiembre que, en junio, según una encuesta de la Asociación Nacional de Restaurantes.

Los lugares para comer y beber en Estados Unidos registraron ventas totales de 72.4 mil mdd sobre una base ajustada estacionalmente en septiembre, según datos preliminares de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Eso fue solo un poco más alto que las lecturas de 72.1 mil mdd en julio y 72.2 mil mdd en agosto.

Sin embargo, en términos ajustados a la inflación, las ventas de lugares para comer y beber en septiembre cayeron un 0.5% con respecto al nivel de julio.

La variante delta fue un factor en el deterioro de las condiciones comerciales, dijo la mayoría de los operadores de restaurantes. En una encuesta de septiembre de 2021 realizada por la asociación, el 78% de los operadores dijeron que su restaurante experimentó una disminución en la demanda de los clientes de comidas en el interior de las instalaciones, como resultado del aumento de casos de coronavirus debido a la variante delta.

La mayoría de operadores de servicio completo (81%) y operadores de servicio limitado (75%) dijo que la variante delta condujo a una disminución en la demanda de los clientes de cenas en el interior de las instalaciones.

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Ingresos de Grupo Lala caen 56% por inflación y menores ventas en el extranjero

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Comunicado. Grupo Lala informó respecto a una caída generalizada en sus ventas en el exterior, sumada al encarecimiento de varias de las materias primas y de los fletes mermaron los indicadores financieros de la compañía.

Las ventas netas del tercer trimestre 2021 tuvieron una contracción de 1.7%, hasta los 20,382 mdp. La utilidad operativa alcanzó los 1,130 mdp, una disminución de 11.8% frente al mismo periodo de 2020.

La utilidad neta reportada para el tercer trimestre fue de 200 mdp, 56% menos comparado con los 455 mdp reportados en el mismo periodo de 2020, debido a menor utilidad operativa y al efecto del ajuste anual por inflación sobre la deuda.

“El contexto económico e inflacionario que enfrentamos sigue representado un desafío para Lala y la industria global de bienes de consumo durante el trimestre”, dijo Arquímedes Celis, director general de Grupo Lala, en el reporte trimestral enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.

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